El primer obstáculo con el que se topan, es con el idioma. Se encuentran rodeados de gente a la que no entienden .
El segundo obstáculo es el choque cultural.
La cultura es lo que propicia un modo de lectura del mundo y el suministro de códigos, significaciones, criterios de pensamiento y valores.
Cuando se emigra se deja de convivir con todo eso tan atesorado y propio para adentrarse en otra cultura, la de otros, la que da identidad a otros.
Independientemente de lo peculiar de cada caso, cuando se emigra a otro
país se da un paso que marcará para siempre la existencia. Implicará un gran esfuerzo de adaptación a lo nuevo para hacerse un lugar, a la vez que una despedida del contacto directo con todo aquello que estuvo en los orígenes de su constitución como sujeto y que han conformado sus referencias más íntimas: sus raíces afectivas, su lengua, sus vínculos, su cultura. Lo propio habrá de guardarse para lo íntimo pues no vale o es extraño en el nuevo contexto.
Un entorno social poco receptivo o acogedor acentúa la
tendencia al repliegue de la familia sobre sí misma.
Un entorno social poco receptivo o acogedor acentúa la
tendencia al repliegue de la familia sobre sí misma.
Pasar de ser un país de emigrantes a receptor de inmigrantes tampoco es sencillo. No basta con haber sido un país que ha conocido el dolor de esos desprendimientos en propia carne sea por el exilio o por encontrar una vida mejor. La memoria social es endeble en cuanto a las circunstancias que se quieren olvidar y que se creen superadas.Tenemos buenas razones para entender mejor que nadie las circunstancias de un
inmigrante pero ahora estamos del otro lado y hasta consideramos que fuimos mejores
inmigrantes; de nuevo lo nuestro y los nuestros fueron mejores que los otros y lo de otros.
inmigrante pero ahora estamos del otro lado y hasta consideramos que fuimos mejores
inmigrantes; de nuevo lo nuestro y los nuestros fueron mejores que los otros y lo de otros.
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